Queremos ser capaces de dar un paso más, de compartir nuestras emociones ayudándonos de una carta que exprese y refleje lo que sentimos.
Pero siendo capaces de expresarlo en persona, mirándonos a los ojos y creando ese entorno donde estamos juntos, dejamos de leer y pasamos a decir, en definitiva, a ser.
Nunca es tarde para hacerlo y nunca es suficiente para dejar de hacerlo. Recordemos que somos personas, con sentimientos, con emociones y necesitamos escucharlos.
Por ello, no te guardes lo que llevas dentro, nunca se sabe cuándo será la última vez que puedas decirlo, es el momento, dilo ahora.